QUERER, DESEAR Y DEJARSE AFECTAR.
En su libro Las Tres Caras de la Mente Elaine de Beauport analiza el mecanismo del deseo que vamos a tratar de resumir hoy.
El proceso de desear comienza cuando nos damos cuenta de que hay otro estimulo, diferente de nosotros mismos, que llama nuestra atención y del que nos dejamos afectar. Razón tenia el filosofo Martín Buber cuando decía “Soy, porque otro es”. Ese estimulo diferente de nosotros mismos, nos afecta y despierta nuestro deseo.
Podemos impedir que el deseo nos cautive y negarlo. Pero aunque neguemos su presencia, siempre tendrá algún efecto, por que solo podemos bloquear su racionalización, mas no la percepción, su energía será absorbida y quedara depositada en algún lugar de nuestra mente.
Cuando aparece el deseo queremos mas de la persona o del objeto, y así se engancha nuestro mundo emocional. Desear es la manera como vibra el sistema, que una vez estimulado solo consigue satisfacción alcanzando lo que desea.
Mientras mas capaces seamos de satisfacer nuestro deseo, mas sentiremos en el cuerpo calidez, expansión, y nuestro bienestar aumenta proporcionalmente lo que determina que queramos mas, deseamos no perderlo y volverlo a experimentar. Poseer lo que nos da felicidad proporciona la motivación que nos impulsa a conseguir nuevos logros, a mantenernos expandidos y felices.
Cuando nos damos cuenta de que nuestros deseos están siendo satisfechos nos invade el sentimiento de satisfacción, nos sentimos bien con nosotros, queríamos algo y lo conseguimos, nos sentimos fuertes y orgullosos. Quien no se ha sentido orgulloso, contento y feliz cuando completa una tarea o cuando conquista un objetivo?
Todos queremos ser felices pero la felicidad no aparece por generación espontánea, esta relacionada con la satisfacción de nuestros deseos, pero es claro todo depende de que es lo que nos afecta y despierta nuestro deseo.
Identificar realmente nuestros deseos y cuanto estamos dispuestos a comprometernos para satisfacerlos es la función de nuestra mente racional.
Cuando estas contento, feliz y alegre la vida te sonríe, llevas puestos tus lentes con cristales color de rosa y no existe nada en el mundo que pueda alterar tu imagen. En ese momento te invade el amor, has encontrado lo que te gusta, lo que te llena y te emociona y estas en capacidad de acercarte. Tu deseo aumenta lo mismo que tu capacidad de conseguir tu satisfacción. El amor es el sentimiento mas expansivo y mas poderoso. Cuando sentimos amor “yo puedo, tu puedes. todos podemos”
Esta claro que es mucho pretender, permanecer siempre en la línea de la satisfacción de los deseos; pero es cierto que la única manera de hacerlo es reconocer y sentir nuestras emociones, poder modularlas y encontrar los recursos para regresar al estado ideal.
Si es que queremos ser emocionalmente mas inteligentes debemos volvernos concientes del proceso emocional de desear cuya realización nos conduce a la emoción máxima que es el amor.
Que importante es entender que no podemos vivir sin desear, que todas nuestras emociones están relacionadas y que podemos voluntariamente entrar y salir de ellas, conectar y desconectar, enfocar y desenfocar. No tenemos ninguna duda de que el mundo se transformaría y se volvería mas amigable y hospitalario.
Queda para cada quien comenzar el trabajo consigo mismo, para que como lo dijo Gandhi “si quieres cambiar al mundo primero debes cambiar tu “.
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